La Memoria

Nos hace humanos no sólo el hecho de ser terrestres que vivimos en un planeta cada vez más y más contaminado; tampoco el hecho de que seamos todos "hijos de un mismo Dios" y aunque diferentes en rasgos físicos, estamos todos compuestos por las mismas células, los mismos órganos, la misma cantidad de ojos y arterias: etc. Nos hace humanos los recuerdos de los cuales estamos construidos, la memoria es el baúl de ellos y allí preciosamente acurrucamos esos recuerdos que tal vez compartimos y otros que tal vez solo guardamos para nosotros.

Aunque la memoria puede ser engañosa; para bien o para mal es una de las cosas que nos destaca y difiere de otros seres humanos, ninguno de nosotros compartimos los mismo recuerdos, incluso si hemos vivido esas experiencias con otras personas, los recuerdos de cada quien son diferentes a los de nosotros, por la importancia que tienen y porque los recuerdos hacen parte de nuestra personalidad.

"Uno de mis momentos más felices eran esos, de cuando éramos "carajitos", no teníamos preocupación alguna, nos íbamos a la playa, al campo y no teníamos responsabilidades, y lo único importante era tomarle fotos a las vacas... Estaba High de felicidad", me contó alguna vez un amigo mío.

Si, todos tenemos recuerdos; que nos ponen nostálgicos o nos regalan una sonrisa, recuerdos que nos hieren y otros que nos devuelven las ganas de soñar, hay recuerdos que nos traen culpa y recuerdos que nos encantaría que se repitieran. Existen otros recuerdos que no queremos borrar jamás y para ello lo inmortalizamos en una fotografía, en una carta o en nuestro "diario", esos recuerdos tememos perderlos, no confiamos por completo en nuestra memoria y por eso hacemos uso de otro tipo de "base de datos".

Hay recuerdos y recuerdos y cada uno de ellos nos hace quienes somos y reaccionamos ante situaciones por el recuerdo de lo vivido.

Otros recuerdos a veces quisiéramos olvidarlos, pero como ya les dije; la memoria es algo engañosa.